Con 5 páginas impresas de mapcity, como 17 infracciones de tránsito no penalizadas en menos de una hora y ataque surtido de lo atrasada que iba, llegué al Movistar Arena….
El concierto de los Stone Temple Pilots pasará a la historia como el recital con menos pasión que he visto en mi vida. Con tanto potencial se quedaron en hacer un show correctito en el que ni el bailecito de avestruz de Scott Weiland podía ocultar su fastidio y probablemente sus ganas de ir a inyectarse al camerino. Hubo momentos notables, pero diría que todos están muy viejos y muy destruidos como para ofrecer algo más que un show decente, pero sin amor…… para ver el vaso medio lleno, esto me hizo recordar con más alegría, el magistral concierto de Dave Matthews Band que pasará a la historia como “i love you man, el espectáculo”.
Auspiciada por mi amigo C que hizo posible que estuviera en cancha vip a precio de galería, y casi apunada por la cercanía al escenario…. tenía al bajista encima y bailaba al lado de unas grupies vestidas de mini, a pocos metros de los machos sudorosos que saltaban al centro apretujados. La nota graciosa la dio un mozalbete que con el peso específico de una rata, y burlando toda la seguridad del recinto, se abalanzó, derrochando testosterona, contra Scott para regalarle una banderita chilena….
Mejor le hubiera dado un antidepresivo, pensé.
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