miércoles, 22 de septiembre de 2010

Nuestros modelos (Versión masculina)

Por GM 
Nuestra generación vio grandes cambios político – sociales cuando no éramos lo suficientemente grandes como para servirnos un vaso de jugo, o poder sacarle las rueditas a la bicicleta (Onda Freddy Turbina). El nacimiento del Computador Personal, las Telecomunicaciones, celulares, internet, el “Retorno a la democracia” (Odio ese término, ya contaré en otro post por qué). Uno de esos grandes cambios, fue el de las madres trabajando a la par con los hombres, siendo normal que en las familias trabajara tanto ella como él, dejando el cuidado y crianza de los hijos a manos de dos entes claramente no calificados para la tarea: Las nanas, y la televisión. (Nada en contra de las nanas, pero se supone la crianza corresponde a los papás… Cuando hay guaguas que le dicen mamá a la empleada de turno)
Y siendo la TV claramente más entretenida que escuchar a la nana hablarnos sobre comer todas las verduras o viene el cuco, viejo del saco o Jason (De Martes 13, incultos), o ayudar a hacer el aseo, nos quedamos horas pegados frente a la cajita mágica que nos llevaba a un mundo de creatividad, fantasía, alegría… Y pésimos ejemplos a seguir. Y es de estos ejemplos, que hablaré hoy.
1.- Al “La Leyenda” Bundy: Quién no se sintió identificado con este notable personaje de la serie “Casado con hijos” (La original, no esa donde está el Larraín chico tratando de hacer humor inteligente en una serie abc5). Quién no rió con el trato que daba este ente a su señora, o a sus hijos. De él aprendimos notables enseñanzas, como a tener como prioridad ver la televisión, a pesar de que el mundo se caiga (Con la consabida mano dentro del pantalón y cara de placer), ignorar a la inútil esposa y no pescar mucho a los hijos, así se ahorra dinero. Pero siempre, SIEMPRE, con el orgullo y la frente en alto.... a menos que esté trabajando mostrando zapatos.
2.- Ron Damón: A él pueden ustedes conocerlo como Don Ramón, el vecino de la vecindad del Chavo, que jamás tenía un peso, y lo perseguían las mujeres. Don Ramón creo que es chileno: Tenía una habilidad innata para hacerse el de las chacra cuando le hablaban de plata, vivía de la pecha y le gustaban las rubias, aunque no le dieran bola. De él aprendí que no tengo que tener plata para pagar arriendo, sino que buenas excusas (Ojalá mi arrendadora no lea esto).
3.- Homero Simpson: Nada de lo que diga de este rollizo y amarillo personaje le hará justicia. Libros, enciclopedias y compendios pueden ser escritos para describir su filosofía de vida y sus máximas. Desde el misterio de los soldaditos de plomo en su nariz, hasta su capacidad de revertir desastres nucleares presionando sólo un botón, su vida parece definirse con la frase: “No hagas nada ni te esfuerces, por alguna casualidad, todo saldrá bien” ¿Y no es así como deberíamos vivir?
4.- Peter Griffin: Si bien este ser apareció en  nuestras vidas en una ya avanzada adolescencia, nuestras tendencias a buscar ayuda y apoyo emocional, guía espiritual y coaching de vida en la TV seguía vigente. Y apareció él, otro obeso (Quien sabe porqué los íconos gringos son todos gordos??), falente en la vida, con un trabajo asqueroso y una hija que odia. Sin embargo, extrañamente querible. De él aprendí que el humor negro y políticamente incorrecto debe regir mi vida (Lo que causa que la mitad de mis amigos no se rían de mis bromas… el humor negro es muy fino y desagradable) y que a pesar de tener unos kilos de más me puedo casar con una estupenda pelirroja (Y engendrar una semilla de maldad como Stewie… Un orgullo)
5.- Charlie Harper: Otra nueva adición a la lista de figuras paternales, pero muy ad hoc a la época en que nacimos. Machista, misógino y juerguero. Me enseñó que puedo usar shorts y vestirme como niño, pero igual llevarme para la casa a tremendas esculturas de mujer (Siempre que tenga la casa en la playa y un descapotable), y que los estudios y el trabajo esforzado no pagan. Sólo necesito un trabajo mísero que me haga millonario (Alguien quiere que componga un jingle?)

Ahora …..que alguien me critique la forma de ser !!…… ¿No ven que mi influencia paternal es, por decirlo elegantemente, variada y exótica. Con rasgos de humor negro, machismo y maltrato familiar, condimentado con notables cuotas de estupidez. ¿Por qué se quejan los viejos? Si, finalmente, salimos igual a nuestros “padres”!

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