miércoles, 9 de noviembre de 2011

SIN NAFTA


El fds pasado fuimos a Mendoza con S, en unas mini vacaciones que serán recordadas como los 4 días que me hicieron apreciar Chile.

Viernes 10:30 am: partimos de viaje… tarde…. porque me pasé mucho rato buscando el bloqueador para evitar que S quedara como jaiba, cosa que de todas formas ocurrió porque las cochiná se quedó en el hotel el 70% del tiempo.

Aduana argentina tiempo estimado: 10 min …… tiempo real: 1 hora y media.
Nos demoramos tanto porque según ellos “el sistema estaba caído”, que es la misma excusa barata que escucho cuando algo “no se puede o no se les antoja hacer”. Fue tanto, que S tuvo tiempo de contarme las 6 Star Wars y hasta lograr que le encontrara gracia al dominio mental de los jedi….. Se imaginan pasar la mano abierta por la cara de alguien y decir: dame 5 lukas JAJAJAJAJA

En Uspallata S se devoró el primer bife de chorizo con Quilmes advirtiéndome que quizás tendría que manejar yo el resto del camino …Para colmo de males el cable auxiliar con el que poníamos música sufrió un percance parcial que hacía que escucháramos todas las bases de las canciones pero no la voz, lo que provocó que me fuera haciendo karaoke los 200 Km restantes, muy a pesar de mi acompañante.

En la noche fuimos a comer en la peatonal del centro, que está repleta de lugares con menú que “le llevan bebida y postre” para quedar en el mejor estado “ombligo parado”.

Sábado 10:00 am: me desperté con la brillante idea de ir al acuario de la ciudad…. al llegar cachamos que la cuestión estaba cerrada por remodelación, pero tenían justo al lado, algo casi tan bueno…. un serpentario!. Si estimados, un lugar escalofriante repleto de serpientes, arañas pollito e iguanas.
Una serpiente se regocijó sacándome la lengua 10 minutos seguidos con increíble hostilidad, acto que S calificó como un intento por ser “mi amiga”….. Yo creo que estaba desesperada  por pegarme un tarascón.
Salí del recorrido enferma y blanca como pantruca… para aliviar el día partimos al zoológico a continuar observando bichos, lindo el zoológico pero hay tanta oveja que más que zoológico parece criadero la cuestión. Lo mejor: los monitos ardilla que tienen sueltos en los árboles. Lo peor: los elefantes hacinados y hambrientos. Consejo útil: si ven un resbalín gigante en la zona de juegos para niños, NO se tiren, sobre todo, NO se tiren si están usando vestido.   

En la noche fuimos a la calle de los pubs a comer y después a tomar helado, yo estaba decidida a controlar la dieta pero cuando vi que una argentina de metro ochenta y 47 kilos de peso se tomaba un helado triple, quise sacarle pica… OH WAIT !

S descubrió que hay un aparato más increíble que la XBOX….. “el aire acondicionado con control remoto”….se dedicó todos los días a jugar con la cochinada esa, tanto que se despertaba en la mitad de la noche a regularlo… no sé como no me dió una pulmonía.

El domingo me rendí y llevé a S a las famosas “Tinajas”. Las tinajas es el restaurant más famoso de Mendoza, que personalmente encuentro pésimo, no sólo porque es feo, está siempre repleto y la gente grita como si estuviera en la vega, sino porque la comida está hecha sin amor, con tanto aliño barato que todo sabe a crema o a mayonesa al por mayor.
Una vez ahí, como estaba atestado de chilenos, escuchamos canciones de Américo interpretadas por un lolito que hacía las veces de animador…. S estaba feliz mascando y yo traté de disfrutar la velada tipo “completada bailable” con mi mejor poker face.

En la noche fuimos a la plaza principal, a las ferias de artesanía (hay varias) y a ver teatro callejero, luego intentamos tirarnos a la piscina del hotel, pero dado que este también estaba lleno de chilenos, tuvimos que desistir porque un brillante compatriota decidió cortarse el pelo en la pileta (jackass criollo….)  

Lunes 09:00 am partimos de vuelta a Chile… en la mitad de la única calle que (según el mapa que teníamos) accedía a la carretera, había una barricada de señoras protestando, desconozco por qué. …
Estuvimos parados unos 15 minutos dentro del auto mirando como ponían los coches de las guaguas en la calle para evitar el transito, cuando la cosa se puso densa decidimos evitar que nos arrojaran un biberón, asi que nos devolvimos a buscar otra ruta.

Ya en la carretera, sin bencina para llegar a Chile, pasamos por 3 estaciones de servicio en las que se leía: sin nafta (que en chileno significa que estabamos fritos). Cuando finalmente encontramos una con nafta, lo llenamos…. casi nos infartamos cuando cachamos que no podíamos pagar con tarjetas, no había cajero automático, y no nos aceptaban plata chilena…. Luego de mucho rato recordando con horror que no todos los cajeros argentinos permiten transacciones internacionales, partimos a buscar plata argentina por un camino de tierra del terror en el que sólo habían hoyos y un carrito que vendía milanesa. Finalmente, en las afueras de una empresa conseguimos sacar plata.... a la escena le faltaba la pura bola de paja esa que rueda en los Western.


Llegamos a Chile sin novedad, pensando que nuestro país no será perfecto pero al menos tiene cajeros en las bencineras.   

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